jueves, 30 de diciembre de 2010

Bueno, hoy me toca ir con una de esas entradas que te hace pensar hasta qué punto puede llegar a alcanzar las ideas del ser humano. Y lo hacemos dentro de una cabina de radio, donde los micrófonos son los verdaderos protagonistas.

A simple vista, todo en orden.

¿Qué se puede hacer en un programa de radio? Pues tenemos múltiples de posibilidades. No tenéis más que poner una emisora al azar y ver lo que hacen los hablantes. Presentar un programa, realizar una entrevista, poner música, grabaciones de audio, cantar si el invitado es un artista... pues con la gran variedad de opciones que te da un mundillo tan grande como este, hay quien aún no le ha encontrado la gracia, bien porque no le guste, porque se ponga nervioso o, simplemente, se aburra. Aburrirse en una emisora de radio creo que es algo bastante complicado, ya que siempre tienes alguien con quien y hablar, y en última instancia, bromear con algún compañero sobre cualquier cosa que veáis alrededor.


Pero como en esta vida hay muy pocas cosas imposibles, hay quién ve este mundillo aburrido, y si lo sabemos no es porque nadie nos lo haya contado, sino porque son como osos pardos. A esas personas que se aburren en la radio les gusta dejar su rastro, una señal que indirectamente (y a veces muy directamente) diga "sí, por aquí pasé yo y me he aburrido lo que no está escrito".

¿Os convencéis de ello?




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